Siempre estaremos agradecidos a este proyecto que nos brindó la oportunidad de seguir creyendo en nuestro sueño. Creamos LADA en plena pandemia, tras años de dedicación a la arquitectura de interiores, apostamos por formar el estudio y estos clientes confiaron en nosotros para dar un cambio a su vivienda.
La distribución original aprovechaba poco el entorno y las fantásticas vistas de la urbanización y ese fue nuestro punto de partida. Planificamos la reforma haciendo un cambio sustancial en la planta baja, dando la vuelta a la cocina, abriéndola al salón e incorporando el paisaje exterior. Para ello suprimimos un pequeño pasillo y ocultamos el aseo de cortesía, aprovechando esta intervención cambiamos y ampliamos los ventanales para aumentar la entrada de luz y que los cerramientos fueran más eficientes.
Poco más, con el mobiliario existente, que le aporta carácter a la vivienda y refleja totalmente la personalidad de nuestros clientes, honestamente conseguimos reflejar y mantener la forma de vida de esta familia.
